El Reloj de ajedrez

                             

Configuración

Es una operación muy sencilla. Se explica claramente con un ejemplo. Vamos a imaginar que la partida se va a jugar a un ritmo de 90 minutos para la realización de los primeros 40 movimientos y una vez alcanzado ese control, se concederán otros 60 minutos hasta la finalización de la partida.

Programaremos uno de los relojes (esferas), con el otro seguiremos exactamente los mismos pasos.

Primero pondremos el reloj a las 3 horas y media (figura 1), de tal manera que los primeros 90 minutos se cumplirán cuando sean las 5 (figura 2), eso permitirá que, a la llegada a ese primer control de 40 movimientos en 90 minutos, la bandera ayude al jugador a controlar los posibles apuros de tiempo de ese primer control. Una vez pasado éste, el final del tiempo total se producirá a las 6 horas en el reloj (figura 3), de tal manera, que, igualmente, se aprovechará la bandera para gestionar los últimos minutos y segundos del tiempo disponible.

             

El no cumplimiento del primer control o el consumo total del tiempo supondrá la pérdida de la partida.

Como ya se ha indicado, procederemos con el otro reloj de igual modo. Finalmente nos aseguraremos que los dos relojes tienen suficiente cuerda para que no se paren antes de que la partida acabe.

La aparición de los relojes digitales en las últimas décadas del siglo XX, han permitido nuevos ritmos de juego con incrementos, que ha postergado a los analógicos a su uso en torneos con ritmos sin incremento; para un primer contacto de los alumnos con este elemento; o para fines de coleccionismo.