Los Relojes de Ajedrez son una creación del siglo XIX; primero de arena, luego mecánicos y hoy digitales. Sin ellos, el ajedrez no hubiera podido evolucionar como lo ha hecho. Ha sido tanta su influencia que podemos decir que se trata de una pieza más, ésta fuera del tablero.
Hasta mitad del siglo XIX, los jugadores no tenían limitado el tiempo para meditar sus movimientos. Ésto hacía interminables las partidas, con el consiguiente aburrimiento del público y el lógico enfado del oponente. Las partidas del encuentro Macdonnel - La Bourdonnais en 1834 a menudo duraban toda la noche. Según George Walker, jugador y escritor de libros de ajedrez, en una ocasión La Bourdonnais tardó 55 minutos para realizar un movimiento y la partida 21 de dicho encuentro duro más de 14 horas, eso sí, el francés opinaba que su rival era aún más lento. Vamos, que en esa época, antes que una partida de ajedrez, era un ejercicio de resistencia física.
Ante estos hechos surgió la cuestión ¿no habría que regular de alguna manera la cantidad máxima de tiempo que cada jugador podía usar durante una partida ? Había que impedir las tácticas de abusar del tiempo para influir en el resultado.
Un intento consistió en un control externo, en el cual, un árbitro contaba el número de jugadas, de tal forma, que en un determinado tiempo medido con un reloj común, los jugadores debían hacer un número determinado de jugadas. Así se realizó, por ejemplo, en el encuentro Anderssen - Kolisch, en Londres 1861.
Otra idea consistió en el uso de relojes de arena, que se usaron por primera vez, también en Londres 1862, cada jugador tenía que hacer 24 movimientos en dos horas. Antes de cada torneo, a cada jugador, se le entregaba un reloj de arena. El reloj de arena del jugador al que le tocaba mover estaba en movimiento, cuando movía paraba su reloj (lo ponía en una posición tal que la arena no caía) y ponía de pie al de su oponente y así sucesivamente. Pero lo poco práctico que resultaba su uso, junto con la evolución de la relojería en general, hizo que fueran sustituidos por los mecánicos.
Otra manera, completamente diferente, de afrontar el problema se intentó en un torneo en París en 1867, consistía en imponer una multa de 5 francos por infracción. Cada jugador debía realizar 10 movimientos en una hora, si se excedía en 15 minutos multa de 5 francos, si otros 15 otra multa igual y así sucesivamente.
El reloj de ajedrez mecánico comenzó su viaje sobre 1880. El diseño del primer reloj de ajedrez se atribuye a Thomas Wilson de Manchester (1843 – 1915) secretario del Mancheter Chess Club. El diseño consistía en dos relojes de péndulo formamdo un único conjunto, el funcionamiento se conseguía inclinando todo el conjunto gracias a un balancín de tal forma que cuando uno estaba inclinado, se detenía y el otro comenzaba a funcionar y al revés. También tenía un dial que indicaba el número de movimientos realizados y una campana que sonaba después de un determinado número de movimientos. Este reloj, llamado de “caída” o “pendular”, fue fabricado por Fattorini & Sons de Bradford, en Inglaterra siendo su cabeza visible Antonio Fattorini, que pertenecía al club Bradford Chess Club, La primera vez que se utilizó un reloj de ajedrez de este tipo, fue en el torneo de la British Chess Association, en Londres en 1883. Zukerton ganó el torneo en el que jugaron entre otros Wilheim Steinitz, Mikhail Chigorin, Joseph Henry Blackburne (para más detalles )
En 1887, Antonio Fattorini promocionó un encuentro o match entre Joseph Blackburne de Maschester e Isidor Gunsburg de Londres, y es de suponer que fue este reloj pendular el que se utilizó.
El control del tiempo transformó el ajedrez, incluyó un elemento nuevo … la presión del tiempo, que todo jugador de ajedrez ha sufrido en alguna ocasión. También lo hizó más atractivo para los posibles espectadores.
En 1894 se produjó otro avance debido a Gustav Herzog, un relojero alemán, su diseño, que se ha mantenido prácticamente intacto hasta nuestros días, consistía también de dos relojes fijados sobre un soporte, no movible, y un sistema de elementos mecánicos que detenían uno de los relojes poniendo en funcionamiento el otro simultáneamente mediante la pulsación de un elemento externo: pulsador o palanca, como se puede observar en las seguientes imagenes. Este reloj fue utilizado por primera vez en Leipzig (1894).
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La bandera, flecha o aguja que señala los últimos cinco minutos y que cae al cumplirse la hora, se añadió en 1899, fue inventada por el holandés H.D.B.Meijer, Secretario de la Federación Holandesa de Ajedrez. La bandera se suspende encima del tercer minuto (según modelo) antes de las doce, de tal forma que conforme la saeta de los minutos se va acercando a las doce se va levantando poco a poco a partir de los últimos cinco minutos hasta “caer” justo cuando se cumple la hora exacta. El jugador puede observar cómo se va acabando su tiempo de reflexión y actuar en consecuencia. A pesar de la utilidad, su uso no se hizo habitual hasta 20 años después de su invención.
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Cuando se empezaron a usar relojes, superar el límite de tiempo no era equivalente a perder la partida. De hecho … ¡ Reclamar el triunfo por este motivo se consideraba antideportivo !
La caja de los primeros relojes solían ser de madera más o menos elegante y con dos esferas. Este formato se mantuvo prácticamente durante la primera mitad del siglo XX hasta que aparecieron nuevos materiales como la baquelita o el plástico que convivieron con la madera. Sin embargo no se han producido prácticamente variaciones en su mecanismo interno.
La gran innovación tecnológica se produjo con la irrupción de los relojes digitales, aunque siempre se había experimentado con prototipos de relojes eléctricos o electrónicos, podemos decir que es en la década de los 80, hablamos del siglo XX, cuando aparece timidamente algún módelo para ya ser en los 90 cuando su uso a todos los niveles se va consolidando hasta llegar al momento actual que suponen practicamente le 99% de los relojes utilizados, dejando el uso de los analógicos para determinados torneos, escuelas o ámbitos privados. Significar que la aparición de los digítales conllevo un cambio drástico en el ajedrez de competición al poder jugarse las partidas con nuevos ritmos de juego que incluían incrementos por movimiento (bonus) o retrasos en empezar a descontar los tiempos asignados(delay). Podemos ver ejemplos de módelos que se han ido usando desde los 80 hasta hoy mismo en la zona de "Colección de digitales".
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